Cómo realizar un gel antibacterial casero
Las necesidades de disponer de un gel antibacteriano se vuelven muy importantes porque nuestra manos están en contacto directo diariamente con sustancias químicas, microbios y muchos otros tipos de bacterias que pueden resultarnos perjudiciales para nuestra salud.
Por esta razón, Vida Lúcida te proporciona información para que puedas realizarlo tú mismo. En el mercado puedes encontrar muchas opciones, y si bien no conllevan un peligro, consideramos que un gel antibacterial creado en tu propio hogar, puede contener ingredientes extras que le aporten beneficios saludables, además de la simple limpieza, como aromas, textura, menos impacto químico y demás beneficios para la piel.
El gel desinfectante es recomendable para la higiene de las manos.
También te resultará facil de llevar contigo, evitando así, llevar tus manos sucias luego de tener contacto con barandales, manijas de puertas y otros objetos de la vía pública que pueden estar sucios.
La manera de aplicarlo es lo que lo vuelve práctico, ya que su secado es casi instantaneo y no requiere enjuagues, sólo basta con refregar tus manos entre sí.
Los virus tienen un tiempo de duración en superficies duras como muebles o bancos de un día. En telas, pañuelos o papel, pueden vivir varias horas. Los virus, en nuestras manos tienen una vida de unos pocos minutos, pero si durante ese breve tiempo te llevas las manos a la nariz o a los ojos, puedes contraer la enfermedad.
Elaboración del gel antibacterial casero.
Los ingredientes que vamos a utilizar son completamente naturales y no te serán difíciles de encontrar. Puedes encontrarlos tanto en tiendas naturales, como en farmacias o perfumerías especializadas donde vendan aceites esenciales.
El elemento básico que no debe faltarnos es ante todo el aceite del árbol del té. La importancia del aceite del árbol del té es que es su poder anti-bacteriano, anti-microbiano y anti-viral. También este aceite hará que el gel pueda durar más tiempo
Ingredientes para la elaboración del gel:
Un dosificador.
Entre 7 y 10 cucharadas soperas de extracto de Aloe Vera
Aceite esencial de lavanda, unas entre 10 a 15 gotas.
De 15 a 20 gotas de aceite del árbol del té.
5 a 8 gotas de aceite esencial de eucalipto, o aceites esencial que tu dispongas para darle aroma.
Realización del gel antibacterial
Se debe extraer la parte interna de las hojas del aloe vera, e incluirlo en un recipiente, luego de allí extraemos las cucharadas que necesitamos para la receta.
Esto se añade en un recipiente donde posteriormente añadimos los aceites esenciales, de a uno.
Deberemos mezclar todas las sustancias y variar la cantidad de aceites esenciales para conseguir una consistencia más o menos líquida.
Fuente: Vida Lucida
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